Synthesis, vol. 26, no. 1, e053, junio-noviembre 2019. ISSN 1851-779X
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Estudios Helénicos

Artículos

Notas a la lengua de dos poemas tardobizantinos

http://orcid.org/0000-0003-3620-8033 Juan José Pomer Monferrer *

Universitat de València, España
Cita sugerida: Pomer Monferrer, J. J. (2019). Notas a la lengua de dos poemas tardobizantinos. Synthesis, 26(1), e053.https://doi.org/10.24215/1851779Xe053

Resumen: Los poemas bizantinos titulados Συναξάριον τοῦ τιμημένου γαδάρου y Γαδάρου, λύκου κι ἀλουποὺς διήγησις ὡραία ofrecen un ejemplo significativo y claro de la interacción entre dos variedades lingüísticas opuestas: de un lado, el griego literario empleado para la composición poética; de otro, el griego popular que iba poco a poco ganando terreno con vistas a reemplazar a la lengua antigua.

Palabras clave: Griego literario, Griego popular, Diglosia, Composición poética, Transmisión.

Some Notes to the Language of Two Late Byzantine Poems

Abstract: The Byzantine poems entitled Συναξάριον τοῦ τιμημένου γαδάρου and Γαδάρου, λύκου κι ἀλουποὺς διήγησις ὡραία offer a significant and clear example about the interaction between two opposite linguistic registers: from the one hand, the literary Greek used for poetic composition; from the other, the popular Greek which was gradually gaining ground in order to substitute the old language.

Keywords: Literary Greek, Popular Greek, Diglossy, Poetic composition, Transmission.

Los poemas tardobizantinos conocidos como Συναξάριον τοῦ τιμημένου γαδάρου y Γαδάρου, λύκου κι ἀλουποὺς διήγησις ὡραία –a partir de ahora designados bajo las siglas S y D, respectivamente–, compuestos en un patrón métrico muy similar y hacia la misma época, narran una sola historia con escasas diferencias entre ambos, como variantes del que sin duda era un relato bien conocido.1No obstante las evidentes similitudes entre los dos textos, en el plano lingüístico se distinguen muy bien, y a este aspecto se ciñe el presente trabajo. Nuestro objetivo no es otro que el de intentar conocer algo más sobre la diglosia existente en la Grecia de los siglos XIV y XV, cuando más fuerte era, antes aún de la ocupación turca, la separación entre la lengua cancilleresca y litúrgica, por una parte, y la popular por otra.

Los textos que hemos escogido para nuestro estudio pertenecen, por su género y época, a una literatura mal conocida aún, pero que por diversas razones está despertando el interés de muchos investigadores. La edición que hemos utilizado es la clásica de Wagner, aunque también hemos consultado las más recientes de Alexiu y Pöchert.2 Los estudios sobre ambos textos, más bien escasos en número, han versado fundamentalmente sobre cuestiones de índole literaria.3 Como ya hemos apuntado en un principio, ambos textos presentan un sinfín de semejanzas, por lo que se los suele tratar a la vez.4 La principal diferencia formal radica en la rima consonante en pareado del poema D. No obstante esta circunstancia, estamos ante sendas composiciones en versos políticos,5 el metro narrativo por excelencia de la poesía tardobizantina, por lo que esta variación no tiene mayor trascendencia. Si acaso, desde Krumbacher al menos se ha tendido a considerar que el empleo de la rima en D supondría una datación más reciente.6

La cuestión del origen espacial y temporal de estos poemas dista mucho de estar resuelta siquiera desde el punto de vista metodológico. El propio Krumbacher se limita a recordar el terminus ante quem fijado para cada uno por los respectivos manuscritos, y, en lo que respecta al lugar de composición, señala las Cícladas jonias o Creta en razón de los muchos préstamos italianos registrados, sobre todo en el poema D.7 La situación cronológica es tan amplia como el origen geográfico, pues los dos textos pueden remontar a cualquier momento de los siglos XIV y XV. Por consiguiente, en este doble plano nos falta una información más precisa.

La lengua del poema Συναξάριον τοῦ τιμημένου γαδάρου

El poema conocido como Συναξάριον τοῦ τιμημένου γαδάρου,8 y que nosotros hemos designado como S, comprende un total de trescientos noventa y tres versos, en los que alternan el discurso directo y la narración, aunque con un claro predominio del primero, que ocupa dos terceras partes del texto.9 La lengua no carece de formas arcaizantes, que a menudo conviven con las soluciones propias del griego medieval; así, junto al clásico ἀλώπηξ (“zorra”), tenemos el medieval y moderno ἀλουπούς, aunque esta última forma es la que prevalece con holgada diferencia.10 Pero otras veces es la variante clásica la que domina, como en el caso de los adverbios de negación οὐκ y δέν, de los que es más frecuente el primero.11 Es la coexistencia de las dos corrientes, la culta y la popular, la que aquí nos interesa.

Como es de esperar, los dobletes morfológicos son muy abundantes: al lado del clásico ἡμεῖς, ἡμᾶς, leemos los correspondientes pronombres medievales y modernos ἐμεῖς y μᾶς;12 al lado de la desinencia de tercera persona de plural en -ουσι(ν), heredada del griego antiguo, tenemos la nueva en -ουν y en -σιν,13 etc. Por otra parte, si nos fijamos en la selección léxica, anotaremos un número muy bajo de préstamos a lenguas románicas o eslavas: βιγλίζω, ὀρδινιάζω, μπουμπάρδαις –este último, un término técnico no existente en la lengua receptora–.14 También encontramos algunos vocablos propios de la lengua de la poesía, de claro origen literario, como εὐδία y θανατηφόρος.15 No faltan, claro está, las acepciones de cuño popular y origen medieval, como τζημάδι.16

El capítulo de la sintaxis nos ofrecerá una más exacta visión del genotipo que subyace a esta lengua poética. Junto a construcciones que solo en el plano literario eran ya posibles, como el empleo de ἵνα como conjunción final, el texto de S nos depara otras nacidas en el griego medieval y destinadas a reemplazar en toda la lengua moderna a sus predecesoras del griego antiguo; valga como ejemplo el giro ὥστε ποῦ νά para la introducción de una oración consecutiva.

En la sintaxis del sustantivo, anotamos el empleo de tres dativos: dos instrumentales y uno propio.17 Este dato por sí solo ya nos sitúa en la tradición de la lengua literaria.

En el capítulo de los sintagmas preposicionales, S presenta las construcciones de διά, εἰς, ἐκ, κατά, μετά, παρά, πρός y ὑπέρ con acusativo, y ἀπό, ἐκ, μετά y περί con genitivo,18todos ellos de procedencia clásica. Ahora bien, de los muchos ejemplos de εἰς, una buena parte no son clásicos, bien por razones fonomorfológicas, bien por razones sintácticas. Otros conservan la forma y función propias del griego antiguo, pero se advierte de inmediato que se trata de meras locuciones: es el caso de ἐξ ὕπνου y κατὰ λεπτόν.19

Otros rasgos de matriz literaria son el empleo de las partículas οὖν y γοῦν, el de las conjunciones ὅπως –que además tiene valor completivo–, διότι y ἵνα y el del infinitivo sustantivado.20 Así se completa el conjunto de rasgos de lengua tomados de la tradición, como producto de la formación del autor del texto.

Vamos a ocuparnos ahora de los rasgos propios de la lengua medieval, y carentes, por tanto, de una tradición literaria. Hemos anotado tan solo los giros de μέσα εἰς y μέ con acusativo, que suman siete ejemplos,21 lo que supone un balance más bien escaso. Entre los préstamos destaca en el verso 232 el sustantivo ῥέκλα.

Si planteamos un análisis social de los rasgos apuntados, una primera opción pasa por imaginar que uno de los dos registros, el narrativo y el de discurso directo, está más cerca de la lengua popular. Hay argumentos en favor de ambas alternativas, por lo que en un principio procederemos a verificar los datos. La construcción de μέ con acusativo, que aparece en cinco ocasiones, solo en una lo hace en un discurso directo.22 En cambio, los ejemplos de παρά, πρίν y ὑπέρ con acusativo, sendos hápax por cierto, se hallan todos en discurso directo. Pero también sucede que los dos ejemplos de la construcción con μέσα εἰς, más próxima a la lengua no literaria, se hallan también en discurso directo.

En resumen, en el texto de S no se aprecian diferencias radicales entre los pasajes correspondientes al discurso directo y a la narración. En general, el tipo de lengua que caracteriza al poema se mantiene a lo largo de todo el texto de un modo bastante homogéneo. Ahora bien, no por ello deja de haber algunas variaciones, no por escasas menos significativas. Por un lado, las partes narrativas no presentan rasgos demóticos más acentuados, como habría podido esperarse si el autor hubiera distinguido las intervenciones de los personajes del marco en que se insertan. En cambio, en el discurso directo se registra una mayor tendencia al empleo de arcaísmos, ya que el autor intenta conferir al habla de sus personajes un tono retórico más literario.

La lengua del poema Γαδάρου, λύκου κι ἀλουποὺς διήγησις ὡραία

El poema Γαδάρου, λύκου κι ἀλουποὺς διήγησις ὡραία, bastante más extenso (quinientos cuarenta versos frente a trescientos noventa y tres), presenta en el plano literario numerosas afinidades con el texto que acabamos de analizar. En cambio, en el plano lingüístico hemos observado que los registros correspondientes al tono habitual en ambas obras son muy distintos: mientras S intenta mostrar un nivel de lengua elevado, en D se sitúa muy cerca del habla popular.

En lo que respecta al empleo de préstamos de otras lenguas, ya anotó Krumbacher la mayor preferencia por ellos en D, y en especial por los de origen italiano.23 En este grupo hemos de señalar las voces νοβέλλα, μά, μπαλότα, βουλτά, ὀρδινιά, μπούσουλα, τιμώνι, φορτούνα, μπουκούνι, ῥάπανα, βέργα, φουρκίζω, ἀβιζάρω, σκλάβος, ὀρδινιάζω, βουμπάρδαι μπρούνζιναι, κουτέλο, κοντραπάντα, πουτάνα, στράτα y φραντζιασμένη.24 Hay que añadir además algunos catalanismos, dos de los cuales, τρανουμτάνα y περ πονέντε,25 también expresiones marineras, como buen número de las italianas que acabamos de reseñar, y el tercero un término de carácter más común, μπαράκα.26

En cuanto a la morfología, en D solo destaca el empleo del adjetivo πολύς, de impronta clásica.27 La sintaxis, en cambio, ofrece datos de mayor interés. Así, el conjunto de sintagmas preposicionales de D comprende, en primer lugar, los de ἀπό, ἐκ, μετά, παρά y πρός con acusativo, además de los de ἀπό, ἐκ, πρό y μετά con genitivo. El total de ejemplos es de cuarenta y cuatro, y su distribución muestra que, con la sola excepción de ἀπό con acusativo y μετά con genitivo, ninguno de los demás sintagmas pasa de un uso muy restringido.28 Si analizamos la frecuencia de empleo en las partes dialogadas y narradas, hallamos que precisamente μετά con acusativo es mucho más abundante en el discurso directo, que es además donde se registra la solución de μετά con genitivo. Los casos de ἀπό, ἐκ y πρό con genitivo refuerzan nuestra impresión, si bien la muestra no es indicativa por el bajo número de ejemplos.

Otros sintagmas preposicionales son μέ,29 μέσα30 y σέ con acusativo,31 con un total de veintitrés ejemplos. Las hemos consignado aparte por tratarse de construcciones neogriegas, faltas de tradición literaria y más propias, por tanto, de los registros populares y conversacionales.

La sintaxis oracional no destaca por otro rasgo que por el del predominio de la parataxis, ya que las conjunciones de subordinación son más bien escasas en número y parcas en usos: tan solo las causales ἐπεί32 y ἐπειδή33 escapan a un registro coloquial y familiar, muy alejado de la lengua más literaria de S.

Apuntes sobre la métrica de S y D

Si bien el objeto del presente trabajo es el análisis de la lengua de estos poemas, creemos conveniente dedicar unas líneas a la métrica de los mismos, en la medida en que tiene también incidencia sobre aquella. Nos limitaremos al recurso del aumento por razones métricas, dado que por medio de las variantes provistas de aumento del tipo silábico se obtiene una sílaba más para el verso. El análisis de S arroja un total de sesenta y nueve ejemplos –sobre trescientos noventa y tres versos, recordémoslo–, del tipo de ἐχόρτασεν en el v. 5.34 La frecuencia de empleo es de 1 caso por cada 5,7 versos. Para este mismo rasgo en D tenemos ochenta y dos ejemplos –en quinientos cuarenta versos–.35 La frecuencia de empleo es de 1 caso por cada 6,6 versos, algo más baja que en el Συναξάριον, aunque la diferencia no parece significativa.

Interesa a nuestros propósitos el porcentaje de este recurso en las secciones dialogadas, que en principio deberían estar más próximas a un registro conversacional. En S el aumento silábico se registra en veinticuatro ejemplos sobre sesenta y nueve versos dialogados, lo que arroja una frecuencia de 0,35 ejemplos por verso. En D se registran cuarenta y seis ejemplos en ochenta y dos versos dialogados, con lo que se obtiene una frecuencia de 0,56 ejemplos por verso. Aquí sí parece haber una diferencia marcada, para cuya exacta valoración pensamos que se requiere un corpus más amplio de ejemplos.

Conclusiones

Del análisis y la comparación de los dos poemas, el Συναξάριον y la Διήγησις, resulta una doble constatación: por una parte, la lengua utilizada en ambos, que es la de la lírica tardobizantina, presenta unas características comunes, que derivan de la coexistencia de formas antiguas y modernas con predominio de estas últimas, mientras que en la prosa contemporánea, más próxima en general a los usos de la lengua diaria, se acentúa aún más el empleo de las soluciones demóticas; por otra, y aun tratándose en el fondo de una sola obra –de un único metatexto, si se nos permite la expresión–, el color dialectal de una y otra versión permite distinguirlas con claridad, pues S tiende a utilizar los registros más literarios, y D los menos literarios.

Creemos de gran interés el contraste de ambos textos como una fuente más para el conocimiento de la diglosia de la cultura tardobizantina.

Referencias

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Notas

1 No compartimos la extrema prevención de Beck (1993, p. 277) cuando sobre el origen de ambos textos afirma: Ἡ σχέση τῶν δύο παραλλαγών μεταξύ τους δεν ἔχει ξεκαθαιστεῖ ἀκόμα. Ἴσως ἔχουμε το δικαίωμα να ὑποθέσουμε κοινὸ πρότυπο. A nuestro modo de ver, no existe otra opción para explicar los paralelismos entre ambos poemas. Sobre las fuentes del poema original, véase Vasiliou (1998 y 2008).
5 Para este patrón métrico, véase Jeffreys (1974), que incide en el origen popular. Politis (1981) ha formulado una interesante aportación relativa al papel de los poetas profesionales en la configuración y difusión del metro.
7 Krumbacher, ibid.
8 Para una edición reciente véase Moennig (2009).
9 Las secciones narrativas –a veces reducidas a un hemistiquio– ocupan los versos 1-21, 42-48, 86-96, 112-116, 123-126, 136-141, 208-212, 221-222, 224-225, 250-253, 260-261, 265, 286-287, 292-294, 295, 304-323, 333, 359, 372-379 y 385-394, lo que suma un total de 110 vv., aproximadamente. El discurso directo, mucho más extenso, ocupa los versos 22-41, 49-85, 97-111, 117-122, 126-135, 142-297, 212-220, 222-223, 226-249, 254-259, 262-264, 266-285, 288-291, 294, 295-303, 323-332, 334-358, 360-371 y 379-384, con un total de 293 vv., aproximadamente.
10 Registramos la forma antigua ἀλώπηξ en los vv. 45, 114 y 265, y la variante moderna ἀλουπούς en los vv. 10, 48, 96, 136, 252, 286, 292, 318, 319, 322, 333, 359 y 380.
11 Se registra οὐκ en los vv. 4, 45, 63, 87, 161, 231, 259 (bis), 328, 370 y 387, y δέν en los vv. 4, 23, 355, 370 y 392.
12 Cf. ἐμεῖς (14), ἡμεῖς (15). En el v. 101 coinciden ἡμᾶς y μᾶς.
13 Cf. κλαίουσιν (156), βοηθοῦσι (158); λέγουν (121 y 392), ἔχουν (393), λέσιν (388).
14 Cf. βιγλίζω (30), ὀριδινιάζω (305), μπουμπάρδαι (339).
15 Cf. εὐδία (95), θανατηφόρον (347).
16 Cf. v. 130.
17 Cf. ψευδοτέχνοις ῥήμασι (46), δυναστείᾳ (88), ὑπήκοος ταῖς τούτων συμβουλίαις (89).
18 διά con acusativo, v. 390; εἰς con acusativo, vv. 23, 40, 60, 68, 73 (bis), 77 (bis), 80, 82 (bis), 94, 129 (bis), 130, 201, 205, 278, 307, 313, 330, 356, 357, 361, 377 y 385; ἐκ con acusativo, vv. 99 y 159; μετά con acusativo, vv. 164 y 195; παρά con acusativo, v. 67; πρός con acusativo, vv. 138 y 225; ὑπέρ con acusativo, v. 220; ἀπό con genitivo, vv. 43, 65, 78, 223, 240, 279, 369, 377 y 387; ἐκ con genitivo, vv. 110, 111 y 224; μετά con genitivo, vv. 20, 21, 54, 70, 95, 295 y 372; πρίν con genitivo, v. 276; περί con genitivo, v. 207.
19 Cf. ἐξ ὕπνου (99), κατὰ λεπτόν (322).
20 Cf. οὖν (246), γοῦν (280); ὅπως completivo (64); διότι (153); ἵνα (142); τοῦ ἐξομολογεῖσθαι (125), τοῦ ἀποκτεῖναι τοῦτον (267) y τοῦ θανατῶσαι (366).
21 Cf. μέσα εἰς (60 y 348); μέ (10, 309, 311, 312 y 328).
22 Cf. v. 328.
23 Krumbacher (1955: 895): (...) τὸ δεύτερον βρίθει ἰταλικῶν λέξεων (…) εἰς τὸ δεύτερον ποίημα εὑρίσκεται καὶ ἡ τουρκικὴ λέξις τουφέκι.
24 Cf. νοβέλλα (4), μ (140, 384 y 529), μπαλότα (143 y 146), βουλτά (143), ὀρδινιά (147 y 399), ὀρδινιάζω (439), μπούσουλα (155), τιμώνι (157), φορτούνα (178), μανουάλι (310), ῥάπανα (330), βέργα (385), φουρκίζω (374), μά (140, 384 y 529), ἀβιζάρω (410), σκλάβος (424), ὀρδινιάζω (439), βουμπάρδαις (...) μπρουνζίναις (483), κουτέλο (494), κοντραμπάντα (504), πουτάνα (509) y φραντζιασμένη (510).
25 Cf. τραμουντάνα (162), περ πονέντε (163). Para los catalanismos en la literatura griega medieval, véase Redondo (1999 y 2000).
26 Cf. μπαράκα (253).
27 Cf. v. 452.
28 Se registra ἀπό con acusativo en los vv. 19, 28, 30, 102, 188, 195, 200, 285, 286, 296, 308, 314, 318, 387, 452, 462, 490, 528 y 540; ἐκ con acusativo, vv. 20, 469, 476 y 512; μετά con acusativo, vv. 12, 58, 62, 120, 121, 124, 228, 398 y 501; παρά con acusativo, v. 255; πρός con acusativo, vv. 212, 298, 304 y 326, aunque el ejemplo del v. 304 corresponde a una locución fosilizada, πρὸς θεόν, por lo que no resulta nada significativo; ἀπό con genitivo, vv. 28 y 115; ἐκ con genitivo, vv. 106, 387 y 401, aunque el ejemplo del v. 106 corresponde a otra locución, ἐκ στήθου, que nosotros creemos fosilizada; πρό con genitivo, v. 179; μετά con genitivo, vv. 418 y 511.
29 Cf. vv. 47-48 (ter), 56, 239, 242, 385, 342, 353, 363, 407, 443, 458, 533-534 (ter) y 539.
30 Cf. vv. 132 y 139.
31 Cf. vv. 128 (ter) y 368.
32 Cf. v. 380.
33 Cf. v. 111.
34 Cf. vv. 4, 18, 19, 26, 36, 48, 84, 89, 92, 100, 110, 112, 137 (bis), 138, 152, 153, 161, 163, 165, 169, 186, 188, 190, 191, 192, 210, 211, 213 (bis), 220, 221, 224, 226, 229 (bis), 230, 231, 233, 234, 241, 244, 262, 270, 272, 293, 304, 305, 307, 311, 312 (bis), 313, 320, 328, 346, 348, 349 (bis), 352, 353, 356, 366, 373, 379, 380, 382, 383 y 386.
35 Cf. vv. 3, 9, 11, 13, 187, 23, 35, 39, 47, 57, 61, 141 (bis), 142, 152, 173, 174, 177, 178, 186 (bis), 187, 195, 209 (bis), 210, 228, 237, 238, 251, 252, 253, 255, 276, 281, 282, 283, 285, 288, 291, 292 (bis), 305 (bis), 311, 312, 313, 326, 332, 333, 334, 368, 375, 406, 411, 428, 429, 435, 437, 460, 461, 463, 464, 465, 466, 467, 485, 488 (bis), 493, 495 (bis), 498 (bis), 501, 503, 512, 516, 527, 531, 532 y 539.

Notas de autor

* Juan José Pomer Monferrer es licenciado en Filología Clásica (1994) y en Humanidades (2010) por la Universitat de València y doctor en Filología Clásica (2015) por la misma institución, con la tesis titulada Aticisme i koiné en els llibres I-III de les Etiòpiques d'Heliodor, con Mención Internacional y calificada con Excelente Cum Laude. Es profesor de Griego y Cultura Clásica en centros de Enseñanza Secundaria (desde 1995) y de Filología Griega en la Universitat de València. Ha publicado trabajos en revistas y en libros de carácter internacional y ha participado en la edición de numerosos libros científicos y en ponencias y comunicaciones en encuentros internacionales, cuyos temas tratan las líneas de investigación del interesado: la novela griega antigua, especialmente el autor Heliodoro de Émesa; la historia de la lengua griega, incluido el griego moderno; la literatura griega de época imperial y la recepción de la literatura clásica en literaturas hispánicas. Entre sus publicaciones se encuentran los artículos “Herois clàssics i herois cavallerescos en espais marítims i espais ficcionals” (2018) y “Focs que no cremen en l'hagiografia tardoantiga i bizantina” (2018), el capítulo de libro “Les fonts grega i francesa de la versió aragonesa de la Crònica de Morea” (2016) y el libro Ραμον Μουντανερ, Το Ελληνικό Τμήμα του Χρονικού. Ramon Muntaner, La secció grega de la Crònica (2016, en coautoría). Ha participado en la organización de Jornadas dedicadas al mundo clásico y en grupos de investigación. Ha realizado estancias en diversas universidades griegas: Atenas, Tesalónica, Patras, Creta.

Recepción: 24 abril 2019

Aprobación: 10 junio 2019

Publicación: 7 noviembre 2019

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